“Sueño americano”: 5 mitos extendidos en Nicaragua

El denominado “sueño americano” es una de las decisiones más importantes que toman cientos de miles de nicaragüenses en algún momento de sus vidas.
A menudo, la decisión de optar por el “sueño americano” es influenciada por la información que llega desde Estados Unidos, a veces por familiares, amigos, noticias o redes sociales.
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El alud de información suele acarrear muchas verdades, pero también diversos mitos, especialmente con todo lo relacionado con el empleo, una de las principales preocupaciones de quienes abandonan Nicaragua para rehacer sus vidas en Estados Unidos.
En Qué tal Nicaragua valoramos algunos de esos mitos y los exponemos, con el objetivo de ayudar a los nicaragüenses a tomar una mejor decisión en caso de que no se sientan obligados a salir.
Mito 1: Uno llega inmediatamente a trabajar
Falso. Si bien existen casos en que las personas llegan con un trabajo “fijo”, también hay quienes no lo encuentran de inmediato. Aunque en Estados Unidos suele haber plazas abiertas, no siempre es fácil “colarse” en una de ellas, ya que a menudo existen requisitos que van desde hablar inglés fluidamente, o tener experiencia local en el ramo, hasta contar con un permiso de trabajo, especialmente en Estados como Florida, clasificado como el más adverso para los inmigrantes.
Mito 2: El permiso de trabajo lo es todo para lograr el “sueño americano”
El permiso de trabajo es fundamental para la supervivencia en cualquier país del mundo, y Estados Unidos no es la excepción. Sin embargo, para cumplir el “sueño americano” se necesita más que eso. Estar con los documentos en regla es lo ideal, pero nada sirve, ni siquiera el permiso de trabajo, si uno no cuenta con el seguro social, conocido simplemente “social”. Sin esto, no hay permiso de trabajo que valga, ni cursos de profesionalización, y en Florida ni licencia de conducir.

Mito 3: Todo depende de la meritocracia, no de la “pata”
Aunque el nivel de exigencia laboral en Estados Unidos a menudo es superior respecto al de Nicaragua, la meritocracia no siempre es el camino para obtener una plaza en una empresa. Las recomendaciones, o la “pata”, muchas veces es clave para ingresar. Eso sí, una vez dentro, hay que demostrar que uno merece el puesto.
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Mito 4: La experiencia de Nicaragua es suficiente
Cuando uno se decide por el “sueño americano” significa comenzar de cero, literalmente. La experiencia laboral y académica en Nicaragua no siempre es suficiente. Un albañil puede terminar repartiendo comida, un campesino ensamblando muñecas o levantando carga pesada, y un oficinista pegando techos o empacando galletas. Desde luego, hay casos en los que algunos llegan directamente a trabajar en su oficio, y para el caso de los nicaragüenses se nota en la construcción, pero no es la norma.
Mito 5: Ganar en dólares significa jugosas remesas
Ganar en dólares es bueno, pero no siempre se traduce en jugosas remeses o en un súper sueldo. En primer lugar, porque los salarios que obtienen los migrantes no suelen estar entre los más altos de la sociedad estadounidense, luego porque, como en todo país, en Estados Unidos se gasta tanto como se gana, y además está la solidez del dólar y el valor de cambio (36.45 córdobas al 16 de julio de 2023), lo que crea una falsa sensación de tener mucho dinero en Nicaragua.
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Esto no significa que no se pueda hacer vida en Estados Unidos, lo que quiere decir es que progresar no siempre es fácil, ni rápido, la realidad es que toma su tiempo. Al final de cuentas, migrar no siempre es una decisión feliz, y difícilmente el nuevo país ofrece las mismas condiciones.