El esfuerzo la hizo merecer un cupo en una de las mejores universidades de la región

By on febrero 11, 2021 0 560 Views

Iris Barrera es una joven matagalpina que salió de Nicaragua por la crisis sociopolítica del país. Luego de dos años en el exilio y mucho esfuerzo, obtuvo un cupo en una de las mejores universidades de Centroamérica y el Caribe, la Universidad de Costa Rica (UCR).

Egresada de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la UNAN-Matagalpa, Iris tuvo que huir hacia Costa Rica para salvaguardar su vida y su libertad.

Antes de exiliarse estudió idiomas, carrera que siempre le había gustado, sin embargo, “quedó a medio palo”, como expresó, porque tuvo que salir de Nicaragua.

Se exilió en Costa Rica, país que alberga a más de 90,000 refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses, y como todos, buscó la manera de continuar sus estudios.

Artesanía de Iris. Foto: A. MAlespín.

HASTA QUE LO LOGRÓ

Desde que llegó trabajó en muchos lugares e intentó ingresar a universidades costarricenses sin poder lograrlo, pero en 2020 se preparó para el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR), con ayuda de amigos y conocidos.

  • Estudió mucho e hizo el examen y hace unos días, la UCR le notificó que había sido una de los que pasaron la prueba para optar por una carrera en ese centro de estudios superiores.

“Ha sido un año súper difícil, 2020 ha sido un año que nos marcó por esta pandemia y nosotros los chavalos que venimos de una situación forzada desde Nicaragua venimos pensando en alimentación, en vivienda y en salud”, comentó Iris.

“Creo que una persona que piensa más allá de estos problemas y que cumple sus propósitos, es una persona muy fuerte emocionalmente, por eso le tengo un gran respeto a los chavalos que, al igual que yo, han podido pasar el examen”, agregó.

DIFÍCIL PARA UNA MUJER EN EL EXILIO

Para Iris, subsistir en el exilio en tiempos de pandemia es “difícil”, sumándole a ello ser exiliada y ser nicaragüense en un país como Costa Rica, donde, según una encuesta de la UCR, en 2019 provenir de Nicaragua fue la tercera razón de discriminación.

Un mensaje para recordar. Foto: A. Malespín.

“Estas en un país donde no tenes las condiciones mínimas, ni siquiera en salud, en vivienda, peor en trabajo. Entonces las mujeres exiliadas nicaragüenses estamos sobreviviendo, lo hacemos por medio de emprendimientos”.

  • Iris también ha iniciado su propio emprendimiento. Elabora manualidades a base de madera y pintura, que por ahora vende a personas allegadas.

Sin embargo, en un futuro muy cercano planea “aplicar estrategias para poder llegar a más personas”, y vender más sus productos.

Por este motivo, junto a otras mujeres nicaragüenses exiliadas, se está preparando “fuertemente”. Ha iniciado procesos de formación, participando en talleres gratuitos, y organizándose en ferias para ofrecer sus productos.

“Soy una chavala que trae una maleta de sueños, de propósitos y hay que aprovechar todas las oportunidades y así es como lo estoy haciendo”, puntualizó.

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