Un molino de pueblo, de esos de toda la vida, prevalece en Ocotal
El molino San Roque es uno de pueblo, de esos de toda la vida. Existe desde hace 40 años y es uno de los pocos que quedan en Ocotal, Nueva Segovia, cerca de la frontera con Honduras. Cada madrugada, desde hace diez años, Lenin Estrada se pone en pie para mantener la herencia de su abuelo y de sus tíos. Los molinos pueblerinos no tienen el “glamour” de una tienda de productos acabados, pero son indispensables para las tortillas, el pinol, y desde luego, el cafecito de palo que tan rico se toma por las mañanas. ¿Hay un molino de pueblo donde vivís?