Así se divertía la chavalada de Ocotal en los años 70

By on marzo 29, 2017 0 1447 Views

Por Alfonso Malespín Jirón. En el Ocotal de los años 1970 la chavalada tenía posibilidades de diversión de las que hoy poco queda.

Una era el cine. Podías ir al “Jesús Obrero”, que estaba en el barrio Monseñor Madrigal y era de tablas. Ahí mirabas las películas que aprobaba el mismo padre Madrigal. O al “Carmen”, que estuvo donde hoy hay una iglesia y pasaban sobre todo películas mexicanas.

LAS CALLES PRODIGIOSAS

La calle era la cancha. Servía para juegos desde el “cero escondido” hasta “perreras” de handball. Entonces era cuando las niñas y niños podían jugar juntos.

Podías pepenar gratis restos en las madereras Yodeco y Emagón, que estuvieron donde hoy es el mercado y complejo policial, a la salida de la ciudad.

También se hacían carretas para halar leña o irse en ellas cuesta abajo hacia el cementerio, desde el tanque de agua del barrio Palermo, sobre la carretera (a partir de la Palillera, que estuvo donde hay una escuela cerca del barrio de los Graneros) o en la pendiente del barrio Buenos Aires.

¿TE ACORDÁS? RODEADA POR RÍOS

¡Los ríos tenían suficiente agua! En el Coco, Santa Elisa y La Lodosa, eran los metederos favoritos. O te ibas por la salida vieja hacia Macuelizo.

En el Dipilto estaba la poza del Cañón, donde hace muchas décadas los gringos de la Yard Lumber Co. instalaron unas turbinas para generar electricidad. Por ahí siguen los restos. Y en el río Mozonte estaba “la Poza del obispo”.

HASTA RIVALIADES

Hubo una rivalidad entonces. Eran los equipos de béisbol del padre Teodoro Custer o de Eugenio Alvarenga. Entre ambos se dividieron la representación de Nueva Segovia en los torneos de pequeñas ligas de esos años.

Ningún niño inquieto tenía forma de aburrirse con tantas opciones en Ocotal. Y esto sin incluir los palos de jocote o de mango, donde uno se encaramaba.

¿Cómo se divierten hoy?

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